La orquestación de ayer y hoy
No todo está escrito en cuanto a música para orquesta se refiere. Es por ello que el arte de componer música o hacer arreglos musicales sigue vigente bajo el vocablo de orquestación. Crear nuevas melodías o sonidos es tarea de quienes, obviamente con demostrado talento, se dedican a estudiar en la academia y aprender las técnicas del arte de la escritura musical.
Pero la palabra orquestación es prácticamente un vocablo actual. Antes, los creadores solo se amparaban en su genialidad, papel y tinta para plasmar su inspiración. Obviamente, tenían a la mano los instrumentos y medios para ejecutar sus piezas amparados por las cortes reales.
Imprenta: revolución de la orquestación
La universalidad de los compositores tuvo un antes y un después con la invención de la imprenta en el año 1470 cuando los escritos musicales comenzaron a quedar moldeados en el papel más allá de la obra manuscrita. Seguramente, esas composiciones añejas son las que se siguen recordando en la música clásica, sus noticias y programas.
La orquestación hoy día está arropada por la era digital y muchas composiciones superan la etapa de la novedad para convertirse en piezas obligatorias de un repertorio interpretado por las orquestas sinfónicas de renombre. El reto es pasar a la historia como lo hicieron sus antepasados.